Así que hoy debuto oficialmente como blogger y aunque me gustaría haberlo hecho con algo más íntimo, más personal... Pues nos chingamos, y se chutarán la reflexión, un poco tarde, que he hecho sobre un legendario evento sin igual y la crísis por la cual pasa a causa del dopaje...
Así que toda la raza es bienvenida.
EL GARAY
Cuando veo la mancha multicolor, que como un enjambre asesino marcha por los caminos franceses durante el mes de julio, no puedo dejar de admirar lo que un ser humano es capaz de hacer sobre una bicicleta.
Destrozándose las piernas, mandando el ritmo cardiáco a las nubes, estos hombres ruedan 4, 5 ó hasta 6 horas y media, subiendo brutales pendientes por los Alpes y los Pirineos, y a promedios de velocidad que ni mi sacro santa madre alcanza en su Clio.
Mi cabecita no me da para comprender, cómo un organismo puede en condiciones normales, soportar estas cargas de trabajo durante tres semanas continuas; ahh... y se me olvidaba aguantando temperaturas extremas, lluvia y viento.
Después de lo que ha ocurrido en los últimos dos años en la "Grande Boucle" (Tour de Francia pa los cuates), el positivo de Landis, la Operación Puerto, el positivo de Vinokourov, la expulsión de Rasmussen (al que ya los TV Aztecos hacían méxicano), comentarios de ex ciclistas como el "Halcón" Miguel Arroyo, Alex (el Triatleta de Balneario) y mi experiencia propia arriba de una bicicleta me dicen que no.... El ciclismo no puede ser un deporte limpio.
Aunque haya algunos que se desgarren las vestiduras y tachen de tramposos, de mentirosos a los pedalistas, y quieran acabar con el deporte, incluso los medios tanto en México como en otras partes del mundo, dedicándoles menos espacio y olvidándose de una prueba simplemente maravillosa y única como es Tour de Francia, el dopaje es un mal necesario.
Cuando veo a la gordita o incluso a la flaquita (perdón amigas, pero es la neta), en el spinning tirando el bofe, o cuando de vez en cuando voy al Metropolitano (en Guanatos) y observo como aquellos ciclistas domingueros y de vía recreativa, se bajan de la bici para subir una pequeña pendiente de 15 metros, comprendo que la exigencia al cuerpo a la que se someten los profesionales, simplemente es inhumana, brutal e ingrata.
Lance Armstrong, sí el creador de las pulseritas amarillas que muchos usaron, (quesque por fashions) creyendo que eran del guey que pisó la luna en 1969, ganó SIETE Tours de Francia al hilo, eso dopado o no, es simplemente algo de un fuera de serie, pero no, aquellos que fuman y toman como estúpidos, o que se atiborran de café para aguantar una jornada laboral, éste fue un tramposo, un mentiroso encubridor que con su lana se hizo de la tecnología para inhibir las pruebas de dopaje.
Floyd Landis no pasó el control el año pasado, Jan Ullrich fue botado del ciclismo y Basso estará sin trabajo un par de años, tal vez Michael Rasmussen y Alexandre Vinokourov corran la misma suerte de éstas y otras estrellas del pelotón...
190 corredores arrancan el Tour, y aún como gran fan del ciclismo, no podría meter las manos al fuego por ninguno de estos hombres asegurando que están limpios, pero no los juzgo, por la simple razón de que considero que lo único que hacen es cuidar su empleo...
¿O qué? acaso esperan que un tipo que tiene que pedalear hasta 8 horas diarias para entrenar, tendrá tiempo de estudiar o de ser un empresario, la neta es que no, y la presión a la que está sometido simplemente lo hará hacer cualquier cosa, repito, para cuidar su fuente de ingreso y con la que le da de tragar a su familia, (¿o qué, sólo en México comen los chamacos tres veces al día?... no chavos)
Por esta razón son unos villanos, unos mentirosos y hay quién los llama delincuentes.
En mi humilde opinión, y mi amigo "El Cachorro" Galván estará de acuerdo, es lo mismo que le pasa a Barry Bonds; estos hombres son presas del espectáculo, de la exigencia de los fanáticos, de la pinche televisión que vino a echar a perder el deporte, y claro, de los patrocinadores, que en muchas ocasiones son también un "mal necesario".
A poco a Nestle, Nike, Skoda (marca de autos, pa los nacos que no sepan que madres es eso), estarán preocupados por el dopaje, la neta no creo, total, ellos se embolsan millones con el sudor y las piernas destrozadas de los "villanos" en dos ruedas, tengan EPO, Testosterona o se hayan metido la sangre de su mejor amigo o su novia, o no.
Hace unos días, al final Alberto Contador puso al Discovery, otra vez y pa "felicidad" de los franceses en el podio en París, que registró como cada años miles de personas para ver la entrada triunfal de un pelotón, que se rehuza a morir, pese a los hipócritas que quieren acabar con el mounstro que ellos mismos crearon.
Sí, duele saber de un dopado, pero a nadie se le ha ocurrido dar tampoco una solución... Pero esos que en su vida se han trepado a una bici, que no dejan el carro ni pa ir a las tortillas, jamás sabrán de lo que esto se trata, y por ello sólo juzgan y critican a los tipos que dejan su vida, literalmente, sobre dos ruedas, dopados o no....
Así que pésele a quien le pese...VIVE LE TOUR!!!